El pasado día 21 de Octubre tuve la oportunidad de disfrutar un Vuelo directo entre Madrid y Tokio. Según lo escribo, todavía me parece mentira, porque es algo que llevaba mucho tiempo esperando como sabéis todos los que leéis este blog desde hace años. Me he preguntado muchas veces por qué no había un Vuelo directo entre Madrid y Tokio, lo he preguntado a otros y muchos me contestaban lo mismo; no era rentable. Afortunadamente, la situación parece haber cambiado.
Hoy abrimos una nueva puerta a #Asia. ¡#Tokio, allá vamos! ✈ #HolaTokio pic.twitter.com/9GUqCClY8s
— Iberia (@Iberia) 18 de octubre de 2016
Hace bastantes años, hasta 1999, Iberia venía a Tokio. Voló haciendo escala en Anchorage (Alaska), como muchos vuelos de la época que iban a Japón, debido a la falta de suficiente autonomía para llegar tan lejos. Luego pasaron a hacer escala técnica en Moscú, volando por Siberia, como hoy en día se hace habitualmente para conectar Europa con Japón, y más tarde parece que hacían escala en India. Llegaron incluso a volar directamente unos meses, con alguno de los B747 que tenían a finales de los 90. Ésta es una foto de uno de esos Aviones de Iberia en Narita, en el año 1992.
Llegaron a ir también con el A340-300 en el 98.
Después de eso, Iberia no volvió a Narita (NRT), hasta el pasado día 18 de Octubre. La adquisición de nuevos aviones como el A330-200 les permite operar un MAD-NRT más eficientemente. Se trata de un Avión grande, aunque no tanto como un A340 o un B747. Tiene dos motores, mucho más eficientes que antaño y también fiables, que les permiten cumplir con la normativa ETOPS de esta (y muchas otras) rutas, incluso cruzando el océano. La mayoría de compañías aéreas están optando por este tipo de Aviones para mejorar sus márgenes o operar rutas que de otra manera no serían rentables. JAL, por ejemplo, ha vendido todos sus B747-400 (era la compañía que más unidades tenía de este mítico Avión) y ha pedido nada menos que cincuenta B787, el famoso Dreamliner de Boeing, competidor directo del Airbus A330 que utiliza Iberia. Aunque son Aviones muy diferentes, su objetivo es el mismo; mejorar la eficiencia y rentabilidad moviendo menos pasajeros muy lejos, con dos motores.
Brindamos por nuestro primer vuelo a #Tokio ✈
¡Estamos listo! #HolaTokio pic.twitter.com/QutXwtkR45— Iberia (@Iberia) 17 de octubre de 2016
En mi caso, curiosamente, no utilicé el nuevo A330-200 de Iberia para venir a Tokio; por alguna razón, Iberia inauguró ese Avión con varios vuelos a Latinoamérica mientras utilizaba el EC-LEV, uno de sus A340-600 con seis años de antigüedad, para los dos primeros enlaces con Narita en 17 años. El primer enlace de inauguración fue hecho con ese Avión a pesar de haber hecho la presentación ante la prensa delante del A330, y para mí Vuelo directo (el segundo que hacían) también fue ese mismo A340 con cuatro motores. Nada que objetar porque me gustan más los cuatrimotores a pesar de agradecer que gracias a estos nuevos bimotores de tamaño medio ahora tenemos conexión con Tokio-Narita sin escalas.
En el Aeropuerto, Tokio aparece en la lista de destinos de esa mañana
El único pequeño inconveniente que tuve es que no pude utilizar mi billete electrónico en las máquinas automáticas porque el Vuelo a Tokio todavía no se podía encontrar en esas pantallas a pesar de tener el código de reserva. Sólo tuve que hacer cola 10 minutos, así que tampoco fue un gran inconveniente.
Embarqué con mucha ilusión, tras pasar por todos los controles de seguridad rápidamente. Tras casi 24 años volando a muchos países pero sobre todo entre España y Japón, siempre haciendo escala en alguna capital europea, ya he tengo bastante experiencia. Esta vez sólo pasé el control el seguridad una vez – tras pasear bastante y luego utilizar el tren autónomo para llegar al edificio satélite de la T4 de MAD, me sorprendió ver a bastantes pasajeros esperando. Un chico japonés viajaba con su guitarra como equipaje de mano. Había otros japoneses, pero la gran mayoría de pasajeros eran españoles. El embarque fue muy suave. Había personal tanto español como japonés.
Al subir al Avión, me emocioné al ver esto en la pantalla del sistema de entretenimiento; Hola, ruta Madrid – Tokio. Sé que es una tontería, pero me emocionó ver algo tan sencillo como eso… el nombre de mis dos ciudades preferidas en esa pantalla.
Es algo por lo que había estado esperando desde que fuí a Japón por primera vez, precisamente en 1999. He de decir además que el sistema de entretenimiento de Iberia ha sido, hasta ahora, el mejor que he probado en clase turista; pantalla grande, se ve perfectamente bien y no con ligeras interferencias de vídeo compuesto como en otras aerolíneas y si bien el sistema táctil no funciona tan suave como el de un iPad, sí que funciona muy bien, sin ningún problema. Mucho más suave y rápido que con otros sistemas. Este A340 había sido remozado con estos sistemas recientemente.
También me llamó la atención el detalle de que, por primera vez desde que salto entre España y Japón, todos los nombres de las ciudades que uno va viendo en pantalla, estaban escritos en español. De hecho, todos los menús tenían español. Las películas tenían todas español de España como opción de audio, aunque suelo verlas en inglés. También fue una primera vez para mí. La locución del capitán en español e inglés. El capitán de este Vuelo fue el señor Jesús de la Serna. Las azafatas y azafato español venían acompañadas de dos japonesas, que quizás venían de JAL o quizás ya trabajaban en Iberia antes.
El Vuelo transcurrió de manera súper tranquila. Prácticamente ni una turbulencia que reseñar… de hecho es de los Vuelos largos más tranquilos que he tenido en toda mi vida.
Una horas después del despegue llegó el almuerzo, sorprendentemente muy rico. No esperaba que no estuviera rico, pero tampoco que estuviera tan rico.
Luego atenuaron un poco las luces y aproveché para ver una película, la segunda de Independence Day, que no quise pagar en un cine. Hice bien. Después de eso, apagaron aún más las luces mientras el A340 se metía en el lado oscuro de nuestro planeta.
Intenté dormir un poco con la suerte de no tener a nadie a mi lado, aunque el Avión iba bastante lleno, solo conté unos 5 asientos libres en total, lo que me hizo pensar que sin duda llenarán los A330-200, más pequeños, sin problema. Antes de facturar la chica en el Aeropuerto me confirmó que la vuelta de varios A330 de NRT a MAD ya le aparecían como completos en su ordenador.
Durante el trayecto, repartieron entre los pasajeros un pequeño folleto para celebrar el relanzamiento de este Vuelo directo entre Madrid y Tokio con algo muy japonés; Una hoja de origami, para doblar y hacer una grulla siguiendo instrucciones. Un bonito detalle, con instrucciones tanto en español como en japonés.
Tras dormir, disfruté viendo datos de la ruta en el mapa. Incluso ahora es difícil de creer
Aproveché para ver una segunda película, ene site caso Buscando a Dory, infinitamente mejor que la anterior. Poco después nos ofrecieron el segundo plato, en una caja muy curiosa, con un croissant con jamón York y queso, así como mermelada y mantequilla. Creo que es la primera vez que me ofrecen algo así en un Vuelo a Japón, de nuevo evidenciando que esta vez estaba viajando con una aerolínea española, de mi propio país.
Para este momento, estábamos entrando en el Mar de Japón, sobrevolando el espacio aéreo ruso de Vladivostok. De nuevo, todo muy suave y tranquilo.
Llegamos así a Japón, y tras la aproximación habitual a NRT bordeando la costa de Chiba aterrizamos con total suavidad. Todo perfecto. Repito, es una gozada ver un Avión de Iberia aterrizando en Japón.
Bajé del Avión con una sonrisa de oreja a oreja, un poco cansado pero mucho menos que otras vece, dispuesto a pasar por las aduanas de Narita a las que tanto me he acostumbrado y a recibir mi maleta, seguro esta vez de que no se había quedado en Europa. Fue una gozada ver el nombre de Madrid en la lista de vuelos que reciben equipajes en las cintas de recepción. La maleta llegó pronto, no me hicieron esperar más de 10 minutos, como suele ser habitual en Narita o bueno, en cualquier aeropuerto japonés que haya probado antes.
Acababa de cumplir un pequeño sueño, que para muchos no será gran cosa, pero que para mí es muy importante. De verdad. Ojalá que todo vaya bien para esta ruta de Iberia. Desde luego, mis billetes los van a tener, y mis recomendaciones a todos mis amigos y familiares, también.